You are in main content

Fundación ONCE subraya la oportunidad de negocio de ofrecer destinos inteligentes y accesibles

Foto del stand de Fundación ONCE

Greencities, 9º Foro de Inteligencia y Sostenibilidad Urbana 

Fundación ONCE subraya la oportunidad de negocio que supone apostar por destinos inteligentes y accesibles, capaces de atender las necesidades de todos los turistas, incluidas personas con discapacidad y mayores, y que garanticen la accesibilidad de principio a fin.
 
Así lo señala José Luis Borau, jefe del Departamento de Accesibilidad al Medio Físico de Fundación ONCE, en su intervención en el 9º Foro de Inteligencia y Sostenibilidad Urbano, que se celebra en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga hasta este jueves, 26 de abril. 
 
“La necesidad de que las ciudades y destinos tengan en cuenta las necesidades de todos sus habitantes y visitantes es una cuestión no sólo de responsabilidad social, sino también de oportunidad de mercado. El posicionamiento frente a otros destinos turísticos marcará la tendencia de los turistas a visitar cada destino”, asevera Borau.
 
En su opinión, cualquier destino ‘Smart’ sólo podrá ser inteligente en la medida en que sea “utilizable por todos” los visitantes y ciudadanos, y que lo sea “de principio a fin”. En este sentido, se refiere a los diferentes procesos que van desde la búsqueda de información y contratación de servicios, el viaje, el alojamiento, el uso y disfrute de las infraestructuras, espacios culturales y naturales en el lugar de destino y, finalmente, el retorno. “Las conexiones entre todos los eslabones de esta cadena deben estar bien planificadas y probadas para posibilitar el viaje, ajustándose a las necesidades de cada viajero/turista”, recalca. 
 
Según advierte, a lo largo de los diferentes eslabones se suelen encontrar importantes obstáculos que pueden agruparse en dos: barreras en el entorno (infraestructuras y entornos construidos, información y tecnología) y barreras sociales (se refieren a la formación de las empresas de ámbito turístico, falta de concienciación sobre la accesibilidad, los prejuicios y discriminación). 
 
De todos los obstáculos, la falta de información fiable en materia de accesibilidad es la que implica más riesgo para el turista. Los datos sobre las condiciones de accesibilidad son escasos y fragmentarios al igual que los análisis que abordan. Como resultado, los turistas no reciben una información coherente ni permiten diferenciar entre servicios.
 
MILLONES DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD Y MAYORES
 
Aunque no son los únicos demandantes y beneficiarios de la accesibilidad en el turismo, las personas con discapacidad y las personas mayores, son los grupos que más pueden ver limitada o condicionada su actividad turística si los entornos no cumplen con características adecuadas para el uso por parte de todas las personas. 
 
Estos dos grandes grupos suponen, en cifras, un alto porcentaje de población y por lo tanto, claros potenciales usuarios. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en torno al 15% de la población mundial tiene algún tipo de discapacidad. A fecha de hoy, esto representa cerca de 1.300 millones. Por otro lado, se prevé que para 2050 haya en la UE un 70% más de personas mayores de 65 años y un 170% más de mayores de 80 años. 
 
Entre las necesidades y demandas que requieren los turistas senior se incluyen aspectos de accesibilidad como menús y dietas especiales, habitaciones de hotel con ducha en lugar de bañera, servicios de salud cercanos, transporte adaptado, etcétera. Ambos grupos al contar en su mayoría con unos ingresos estables, más tiempo libre y mayor disponibilidad para viajar, pueden sumar una ventaja para el sector turístico.
 
Por último, concluye que ofrecer destinos pensados para todas las personas es una demanda social que se ha de impulsar a través de la relación de todos los agentes implicados: poderes públicos y empresas vinculadas a la prestación de servicios turísticos a través de un planteamiento global.