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La Fundación ONCE cierra con éxito sus cursos de formación para discapacitados.

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Su finalidad es proporcionar a la gente de este colectivo la posibilidad de acceder a un empleo acorde a su situación mediante una combinación de clases teóricas y prácticas.
Fundación Once ha clausurado su curso de formación en ofimática para personas con discapacidad y desempleadas en el Centro Especial de Medios Informáticos (CEMI), en Toledo. El curso ha tenido una duración de 350 horas y su contenido se ha basado en los conocimientos de los programas y sistemas informáticos de oficina. Pero también se han impartido cursos de montaje de ordenadores, administración y contabilidad.

Este curso tiene como objetivo la integración de este colectivo en el mundo laboral y, con ese fin, las clases teóricas se combinan con las prácticas. El director del Centro Territorial de Fundación Social Once en Castilla-La Mancha y Extremadura, Manuel Camuñas Benítez, considera además que «es importante terminar el curso con una sesión de orientación para autoempleo, ya que se debe dotar a los alumnos de las habilidades necesarias para que ellos mismos sean sus propios gestores en la búsqueda activa de trabajo». Los trabajos a los que más accede este grupo son las manufacturas, aunque también en comercios, administración y servicios.

Resultados obtenidos.

Manuel Camuñas también indicó que «la cualificación de los asistentes ha sido buena en general para poder realizar un trabajo relacionado con la ofimática». Los alumnos han podido aprender el funcionamiento de Windows, Excel, Access, Powerpoint, Internet, etcétera.

Desde Fundación Once, a través de Fundosa Social Consulting y con la subvención del Fondo Social Europeo, se pretende que el contenido de los cursos sea lo más importante para adaptarse a la realidad laboral. Además, Manuel Camuñas valoró de forma positiva el aula, el procedimiento y a los profesores. Y, dentro de los objetivos que se habían marcado en un principio, se cree que lo conseguido ha sido bastante satisfactorio. El curso lo han finalizado cuatro mujeres y tres hombres, aunque ha habido bajas por razones laborales o de otra índole.

a previsión anual que tienen es una media de 110 empleados de este tipo. Sin embargo, el ejercicio de 2005 en Castilla-La Mancha se cerró con 170 trabajadores, de los cuales más de 60 pertenecían a la provincia de Toledo, muy por encima de sus expectativas.

La norma de Fundación Once es que los alumnos que han partcipado en años anteriores en un determinado curso no pueden repetir el mismo, por lo que los alumnos de los cursos son nuevos cada año.