You are in main content

Jaime Lissavetzky en el Foro de la Nueva Sociedad.

Lissaveztky en el Foro de la Nueva Sociedad

Lissavetzky cree que un deportista no debe ir a la cárcel por consumo de sustancias dopantes. Foro de la Nueva Sociedad, bajo el patrocinio de la Fundación ONCE.
El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, aseguró hoy que el deportista que consuma sustancias dopantes "nunca" entrará en la cárcel por este motivo cuando se aplique la futura Ley Orgánica de Protección de la Salud y de Lucha contra el Dopaje que ha preparado el Gobierno. Lissavetzky hizo estas declaraciones tan sólo un día antes de que mañana se conozca el resultado del contraanálisis realizado al ciclista Roberto Heras, que dio positivo por EPO en una primera muestra tomada en la penúltima etapa de la Vuelta a España.

Dentro de la lucha contra el consumo de sustancias prohibidas en el deporte, Lissavetzky recordó que el Gobierno presentó el pasado mes de febrero un Plan Nacional Antidopaje y en septiembre el anteproyecto de Ley Orgánica de Protección de la Salud y de Lucha contra el Dopaje, que supone la modificación de cuatro leyes: el Código Penal, la Ley de lo Contencioso- Administrativo, la Ley de Seguridad Ciudadana y la Ley del Deporte.

Sin embargo, el secretario de Estado para el Deporte precisó que, aunque los objetivos de la lucha contra el dopaje son la prevención, el control y la sanción, de acuerdo con la futura ley "nunca va a entrar un deportista en la cárcel" en el caso de que consuma sustancias prohibidas.

"Que nadie se asuste con el anteproyecto de ley. No va en contra el deportista, va a favor del deportista, y el deportista nunca irá a la cárcel por consumo de una sustancia. Bastante tiene el deportista con una sanción administrativa dura como pueden ser dos años, inclusive a perpetuidad si es reincidente. Nunca va a entrar el deportista en la cárcel por consumo", reiteró.

MADRID OLIMPICO Y PARALIMPICO

Por otra parte, Lissavetzky señaló que Madrid tiene que aprovechar que ha sido designada sede de la III Conferencia Mundial Antidopaje, que se celebrará en 2007, para seguir en la carrera olímpica y paralímpica en el caso de que decida presentarse a los Juegos de 2016.

"En 2007 habrá aquí una Conferencia Mundial Antidopaje, donde van a pasar personas muy relevantes del Comité Olímpico Internacional, y espero que sirva como carpeta de presentación, ya que el sueño que fue Madrid olímpico tiene que seguir", añadió. Lissavetzky destacó que esta elección para Madrid "es un reconocimiento a la labor que estamos haciendo en la lucha contra el dopaje".

"Sirvan como ejemplo las palabras de Pound (presidente de la Agencia Mundial Antidopaje) en una conferencia de prensa en la Unesco, después de la aprobación de la Convención Internacional contra el Dopaje, donde señaló que había tres países que en el último año se habían distinguido en su lucha contra el dopaje: Francia, Australia y España", apostilló.

A este respecto, reiteró que el Gobierno español trabaja en la lucha contra el consumo de sustancias prohibidas con dos objetivos: "Asegurar el juego limpio y proteger la salud no sólo de los deportistas, sino también de los ciudadanos".

"Este asunto no es una broma, es una auténtica lacra social. En el último año y medio se han realizado dos intervenciones policiales de gran importancia, con aproximadamente 200 detenidos, la incautación de más de 60 millones de dosis de anabolizantes, esteroides y hormonas de diversos tipos y el desmantelamiento de seis laboratorios clandestinos, algunos de ellos capaces de producir 10.000 dosis cada hora y media", recalcó.