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Fundación ONCE apuesta por la formación para promover el ‘trabajo decente’ entre los jóvenes con discapacidad

Foto de la mesa de ponentes en la que está Maria Tussy

La formación es la principal palanca para conseguir que los jóvenes con discapacidad tengan acceso a un ‘trabajo decente’. Esta es una de las principales conclusiones expuestas por Maria Tussy, jefa del Departamento de Programas Europeos de Fundación ONCE, durante la jornada ‘Derechos y deberes de los jóvenes’ organizada por la Iniciativa Global para el Trabajo Decente entre los Jóvenes celebrada en Roma con el impulso de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
 
Para la responsable de Fundación ONCE esta formación debe adecuarse a la realidad del mercado laboral, de forma que dé respuesta a las necesidades de perfiles que tienen las empresas en cada momento.
 
En este sentido, Tussy puso como ejemplo los distintos programas que se están llevando a cabo en Fundación ONCE, como son los proyectos ‘Uno a Uno’, ‘Unidiversidad’ o la convocatoria de ayudas para fomentar el empleo de jóvenes con trastorno mental, y que cuentan con el apoyo del Fondo Social Europeo.
 
Durante dos días, expertos de todo el mundo han analizado distintos casos de buenas prácticas que permiten a los jóvenes de todo el mundo mejorar sus condiciones de vida y sus desarrollos vitales. 
 
En el caso de las personas con discapacidad resulta de gran relevancia, puesto que los jóvenes con discapacidad tienen una mayor tasa de desempleo que el resto de jóvenes y el diferencial en los distintos niveles educativos se incrementa según se avanza hacia la educación superior.
 
Por estas razones, la responsable de Fundación ONCE puso de manifiesto la necesidad de desarrollar programas que incidan en la mejora del acceso a la educación, tal y como se recoge en la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas.