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La comunicación táctil en las sedes de 27 grandes empresas españolas es deficiente, según un estudio sobre accesibilidad
Así se desprende de un estudio piloto de la Fundación Konecta basado en las visitas realizadas a 30 sedes de trabajo, 28 de ellas situadas en Madrid, una en Barcelona y otra en Palencia, entre abril y junio de este año para evaluar la accesibilidad del entorno laboral. La Fundación ONCE, la Fundación Empresa y Sociedad, y la consultora Vía Libre también colaboran en la iniciativa.
En total se analizaron 18 entornos diferenciados, que abarcan los trayectos que realizan los trabajadores o las zonas donde se desarrolla la actividad laboral cotidiana (desde el garaje y el acceso al edificio hasta los lavabos).
Para elaborar las conclusiones se tuvieron en cuenta los criterios de accesibilidad universal DALCO: Deambulación (Pavimento, espacio de maniobra, zonas de circulación, cambios de plano), Aprehensión (alcance, accionamiento, agarre y transporte), Localización (iluminación, orientación, señalización) y Comunicación (visual, acústica, táctil u otros medios).
Además, en base a este estudio, la fundación ha editado una guía de buenas prácticas que recoge de forma concreta las condiciones que deben tenerse en cuenta en el diseño de las distintas áreas de trabajo.
ALCANCE DE PUERTAS, GRIFOS E INTERRUPTORES
En relación a los criterios relacionados con la legislación tradicional, como el pavimento, la iluminación, los espacios de maniobra y las zonas de circulación periféricas, el director técnico de Vía Libre, Carlos Galán, dijo que la mayoría de las empresas participantes responde de "forma positiva" a estos requisitos, que además son "fácilmente subsanables".
No ocurre lo mismo con los aspectos relacionados con la comunicación visual, que es adecuada "sólo" en un 13 por ciento de las sedes auditadas y "deficiente" la comunicación táctil de todas ellas. En este sentido, el director técnico de Vía Libre aclaró que la realización de los diseños de la mayoría de las empresas "no han tenido en cuenta las limitaciones de la capacidades cognitivas o sensoriales humanas".
Tampoco cumplen de forma mayoritaria con el requisito de 'Aprehensión' de la normativa DALCO, que se refiere, según explicó Galán, a los elementos de alcance, como interruptores situados en "alturas inadecuadas"; grifería "inaccesible" en lavabos; o puertas "difíciles de maniobrar", entre otros aspectos.
Accenture, Aguirre Newman, Bankinter, Barclays, Caja Navarra, Citi, DKV Seguros, Ericsson, Ford España, Fremap, Garrigues Abogados y Asesores Tributarios, Grupo Fundosa, Grupo Konecta, Grupo Lar, Grupo Sifu, Grupo Siro, Iberdrola, Ibermutuamur, Indra, Manpower España, Mapfre, Microsoft Ibérica, MRW, Repsol YPF, Sanitas, Unión Fenosa y Vodafone España son las empresas participantes en el estudio.
AGUIRRE: EL EMPLEO, GARANTÍA DE INTEGRACIÓN
La presentación oficial del estudio, celebrada en el Auditorio de la ONCE, contó con la presencia la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien dijo que el fin de la Fundación Konecta en favor de los discapacitados es "enteramente compartido" por su Gobierno, pues "no hay mejor forma de integración social, económica y cultural" que poder acceder a un empleo.
Así, apuntó al reto de "lograr que la discapacidad inspire medidas de igualdad" y dijo que la región que preside quiere ser "un lugar integrador, abierto y lleno de oportunidades para todos". "Queremos que los principios de igualdad plena y tolerancia cero hacia cualquier tipo de discriminación imperen en esta comunidad", agregó. Aguirre consideró además que el momento elegido para hacer público este informe es "acertadísimo" por coincidir con el 25 aniversario de la Ley de Integración Social de Minusválidos (LISMI) y con el Año Europeo de Igualdad de Oportunidades.
FUNDACIÓN ONCE: NI BARRERAS ARQUITECTÓNICAS NI MENTALES
Por su parte, el vicepresidente de la Fundación ONCE, Alberto Durán, agradeció la colaboración de las 27 empresas que han abierto las puertas de sus sedes para contribuir a que los discapacitados "puedan desenvolverse como una persona normal". A su entender, este gesto es "simbólico de la fuerza que la sociedad civil tiene para, más allá de las leyes y las normas", hacer un mundo "más justo".
Durán también incidió en que los discapacitados "quieren participar en un mundo mejor" y, para ello, necesitan que no existan barreras, ni arquitectónicas ni mentales, que "son -advirtió- las primeras".