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Las fundaciones apuestan por una RSC que mejore el mundo sin esperar nada a cambio

18ª Asamblea y Conferencia del Centro Europeo de Fundaciones

• El presidente de Epson para Europa, señaló también que las empresas “deben integrar la RSC en su estrategia global”
• Se desarrolló, además, la ponencia bajo el título “Energía, el desafío del siglo XXI”.

El propósito de las fundaciones, “debe ser la contribución a la mejora del mundo sin esperar nada a cambio, y a pesar de todo”, ya que su filosofía es “asimétrica”. Con esta idea esencial desarrolló su ponencia Ramón Ollé, presidente de Epson Europa y de su Fundación, en su intervención dentro de la 18ª Asamblea del Centro Europeo de Fundaciones.

Ollé afirmó que las fundaciones “deben trabajar de forma desinteresada y, esta idea, difícil de integrar en el mundo empresarial, es la base de la filantropía”. Además señaló que la gran oportunidad para las fundaciones “llegará cuando las empresas integren la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en su estrategia global”.

El presidente de Epson para Europa fue crítico con algunas empresas, que al hablar de RSC usan términos como “actividades” o “herramientas”; para él, la RSC “es un valor, que debe ir más allá de la imagen y del marketing de la empresa, pues debe integrarse en su misión”. Ollé también explicó el origen de la palabra “solidaridad”, que en su acepción referida a la jurisprudencia implica “que todos somos responsables, tanto de nosotros mismos como de la comunidad”.

En esta mesa, moderada por el vicepresidente 1º Ejecutivo de Fundación ONCE, Alberto Durán, participó también la directora de la Fundación Bertelsmann, Michaela Hertel, quien explicó la filosofía de su institución, muy ligada a la empresa que la patrocina. Uno de sus programas otorga becas a jóvenes emprendedores que quieren desarrollar proyectos sociales en diferentes ámbitos. La Fundación Bertelsmann, explicó Hertel, “también facilita a las empresas regionales o locales, que no tienen capacidad para crear una fundación, las herramientas para emprender acciones de RSC.

Para ello, organiza certámenes en los que se reúnen algunas fundaciones con empresas locales con el objetivo de llegar a acuerdos de colaboración. Por su parte, el presidente del Instituto para el Desarrollo y la Inversión Social de Sao Paulo, Marcos Kisil, habló de las experiencias de RSC en Brasil que en la actualidad “pasan por políticas en las que ganan tanto la empresa como el objetivo social”. Kisil explicó también las cualidades “de dos campañas exitosas”: una por la que se recaudaron fondos para las especies en peligro del río Amazonas, y otra por la que se consiguieron fondos para el diagnóstico precoz y el tratamiento del cáncer de mama.

ENERGÍA: el desafío del s. XXI Otra de las ponencias de la 18ª Asamblea del Centro Europeo de Fundaciones, trató sobre los retos energéticos que afronta nuestro siglo. Bajo el título “Energía, el desafío del siglo XXI”, los ponentes abordaron el papel que pueden jugar las fundaciones para fomentar un desarrollo energético sostenible e igualitario en todas las regiones, y cómo pueden contribuir a prevenir los conflictos originados por el acceso a los combustibles fósiles.

La mesa estuvo presidida por Dan Brändström, miembro de la Madariaga European Foundation y ex director gerente del Banco de Suecia. En su introducción habló de la energía como punto estratégico “para el desarrollo, directamente conectado con la sostenibilidad, tanto económica como ecológica”, y señaló que “las fundaciones deben jugar “un papel activo en el desafío de conseguir un mundo energéticamente sostenible”. Una de las ponentes fue la responsable de programas de la Rockefeller Brothers Foundation, Jessica Bailey, quien explicó la labor que lleva a cabo su fundación en cuanto al fomento del uso de energías renovables. Bailey expuso que la energía es un asunto multidisciplinar, y lo comparó con “una universidad donde habría una facultad de economía, otra de medio ambiente, otra de ética y otra de la paz.”

También intervino Aileen Espiritu, investigadora del The Barents Institute, de Noruega, que habló de la importancia de la cooperación internacional para prevenir los conflictos energéticos, y explicó que desde su instituto “están trabajando con instituciones de Rusia, de países de la antigua URSS y de Canadá, creando una comunidad energética de la zona norte del planeta”. Asimismo, Pradeep Kumar Dadhich, del Energy and Resourse Institute de Nueva Delhi, expuso el desarrollo energético que está experimentando la India, donde a pesar de los avances, “el 58 por ciento de la población no tiene electricidad”.

En cuanto a las energías renovables, Kumar señaló que la India tiene un gran potencial en energía eólica. Paralelamente se desarrolló también la mesa redonda titulada “Ayudar a los ciudadanos a encontrar su voz” en la que se presentó el proyecto ‘European Citizens Consultations’, un ejemplo innovador de cómo las fundaciones, junto con otros socios, pueden acercar los gobiernos transnacionales a sus ciudadanos. Se trata de una red de 21 fundaciones que se ha llevado a 370 ciudadanos a Bruselas para analizar su opinión sobre diversos aspectos interesantes para la UE; la principal conclusión del proyecto es que la mayor dificultad que se encuentran los ciudadanos es el idioma y la comunicación.

El EFC fomenta y canaliza la cooperación entre fundaciones europeas para mejorar la identidad de las mismas en la UE y su capacidad de trabajo con las Instituciones Europeas. Preside el comité anfitrión de la AGA la Fundación ONCE, y son miembros, la Fundación BBVA, la Fundación Bertelsmann, la Fundación Instituto de Empresa, la Fundación Juan March, la Fundación Mapfre, la Fundación SM, la Fundación Telefónica, la Fundación Vodafone y la Asociación Española de Fundaciones.