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Los Príncipes de Asturias se interesan por los proyectos de Fundación ONCE en ARCO 2013
Los Príncipes de Asturias han visitado hoy el stand de Fundación ONCE en la Feria Internacional de Arte contemporáneo ARCO Madrid 2013 y se han interesado por los proyectos que lleva a cabo en apoyo a las personas con discapacidad también en el ámbito cultural.
Fundación ONCE, en sus 25 años de trayectoria, tiene como objetivo conseguir la plena normalización de las personas con discapacidad, no solo en el acceso al mercado laboral de manera igualitaria, sino también en el desarrollo de todos los ámbitos sociales de la forma más independiente posible.
En ARCO Madrid 2013 Fundación ONCE presenta la obra de David Escalona, artista seleccionado por el Comité de Honor de la IV Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE con el fin de apoyar a todas las personas con discapacidad que pretendan desarrollar sus capacidades y avanzar en el camino de la plena inclusión social.
El stand de Fundación ONCE se puede visitar hasta el próximo domingo 17 de febrero en la zona de espacios culturales en el pabellón 8 de IFEMA (stand 8H05 – 8H05A).
Sobre la obra de David Escalona:
Será posible apreciar en el stand de Fundación ONCE, Arte y Cultura, algunas de las piezas escultóricas que conforman el proyecto Polvo de avispas (2012), instalación ‘work in progress’ compuesta por una serie de obras que intentan representar un "concierto imposible".
La constante autobiográfica atraviesa este proyecto cuyo título hace referencia a un poemario de Chantal Maillard (Polvo de avispas: seguido de no ser por el ave aplastada en el asfalto) donde la naturaleza cobra especial protagonismo y que ofrece una visión más alentadora en un mundo excesivamente tecnificado.
El tema de la discapacidad también es esencial y se evidencia como una peculiar virtud que enriquece nuestra mirada permitiendo nuevas relecturas.
La destreza técnica que requiere la disciplina de la música contrasta con elementos accidentados o accidentales, como la escultura de la mano del artista herida con baquetas de tambor donde se subvierte el sentido del bronce, material noble utilizado tradicionalmente para realzar ciertos actos heroicos o simbolizar la grandeza de ciertos acontecimientos; la partitura en braille sobre atril con avispero que es imposible de ser leída por quienes no conocen sus códigos; las manos cuidadosamente talladas en madera sobre la clásica banqueta de piano con la maraña de hilos e insecto; o el arco de cello cuyas celdas son atravesadas por una partitura transparente que refleja la luz y deslumbra al espectador de frente, una luz que ciega.
En la obra coexisten una multitud de metáforas que invitan al espectador a examinar estos elementos aparentemente familiares y a enfrentarse a sus personales contradicciones para componer ese concierto: unos objetos comunes pueden tornarse extraños o misteriosos en una multiplicidad de relaciones y se convierten en condición indispensable para aprender de nuevo la realidad desde una nueva perspectiva más alentadora, a través de la imaginación y explorando la obra con el tacto, la vista y el oído.