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ALBERTO DURÁN VICEPRESIDENTE EJECUTIVO DE LA FUNDACIÓN ONCE«Las empresas tienen que gestionar la discapacidad como valor añadido»Durán destaca que las empresas «desaprovechan» al discapacitado como fuerza laboral y como consumidor

Alberto Duran

Alberto Durán ofreció una conferencia en San Sebastían.
«Las empresas tienen que gestionar la discapacidad no desde la filantropía o la caridad, sino desde actuaciones que al final le generen valor añadido, porque se trata de una oportunidad que hay que saber aprovechar». Así se tajante se mostraba Alberto Durán, vicepresidente primero ejecutivo de la la Fundación Once, que ha ofrecido esta semana una conferencia sobre Eficacia empresarial y compromiso social, con la que se ha clausurado el Aula de Marketing de la ESTE en San Sebastián y a la que han acudido más de un centenar de profesionales del mundo del marketing y comercial del tejido empresarial guipuzcoano.

-¿Además de estar discriminada, la discapacidad sigue estando desaprovechada como fuerza económica?

-La discapacidad es un colectivo que está infrarepresentado en la sociedad. Somos el 10% de la sociedad, pero no ocupamos el 10% de los empleos; las normas de necesidad no se cumplen. Por lo tanto, hay una serie de problemáticas: tenemos una tasa de paro tres veces superior a la población normal, también una tasa de actividad que es la mitad.

-¿Qué deben o pueden hacer las empresas?

-Las empresas pueden hacer algo y no lo tienen que hacer desde la filantropía, desde la caridad, sino lo pueden hacer desde actuaciones que al final le generen valor añadido a las compañías.

-¿A qué actuaciones se refiere?

- La primera es incorporar a personas con discapacidad, que tienen talento y valores diferentes a las normales y que en muchos casos son personas acostumbradas a afrontar problemas muy importantes, y lo que quieren las empresas son personas que resuelvan problemas. Con lo cual ahí tienes talento y a veces más barato, porque como no tienen ofertas de empleo es más barato llegar a ellos.

- Pero los discapacitados son algo más que una fuerza laboral.

-Hay otro aspecto importante. Las empresas desaprovechan al discapacitado como consumidor. Se diseñan productos y servicios sin tener también en cuenta a los discapacitados, lo cual no quiere decir que se tengan que hacer sólo pensando en ellos. Una empresa puede discriminar su mercado por razón de clientes de mayor o menor poder adquisitivo, pero la discapacidad es un elemento transversal. Existen ricos discapacitados, pobres discapacitados, mayores discapacitados y jóvenes discapacitados, por poner un ejemplo. Por lo tanto, cuando se diseñan productos y servicios se deberían pensar también en colectivos de discapacitados.

-¿El panorama es desalentador o hay lugar para la esperanza?

-Hay empresas que están haciendo cosas de forma voluntaria, como el Grupo Siro, MRV, Carrefour, Bankinter, Barclays o Eroski, entre otras. En la medida en que son acciones que se inician y no se paran significa que están saliendo medianamente bien. Hay datos que apuntan que los clientes toman decisiones en función de que una empresa sea socialmente responsable, y los inversores también lo están empezando a valorar. Son movimientos incipientes, pero que crecen y parece que el crecimiento es continuo en el tiempo. Así, una empresa será de calidad si hace todo esto.

- ¿Hace falta decir que la discapacidad no resta productividad o rentabilidad a una empresa?

- Hay empresas que su fin es el lucro, tienen un 23% de personas con discapacidad en su plantilla y son tremendamente rentables. La discapacidad no es un problema, pero hay que saber gestionarla adecuadamente. No está reñida la discapacidad con la productividad y la realidad lo demuestra.

- La ley exige la contratación de un 2% de discapacitados a aquellas empresas de más de 50 trabajadores. ¿Se está incumpliendo de forma flagrante?

- Se está incumpliendo de forma mayoritaria. Aunque hay empresas que tienen el 23%, otras muchas sólo cuentan con el 0,1%.

- ¿Habría que exigirle a la Administración que vele por el cumplimiento o se requieren otro tipo de políticas incentivadoras?

- Es importante un marco legal adecuado. Eso lo tenemos mejor que hace unos años, aunque siempre se puede mejorar. Pero lo fundamental es que se exija su cumplimiento. Con todo, apostamos más por la incentivación que por la vía sancionadora. Los empresarios tienen que ver en la discapacidad ventajas y no gravámenes. Hay empresas que hacen mucho más de lo que le exige la ley y la evolución es positiva. Las empresas van entrando en dinámicas que ven en esto una oportunidad o que están gestionando un problema de forma adecuada. No asumir la discapacidad como fuerza de empleo o como un cliente potencial es no gestionar una oportunidad.