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EL DIRECTOR GENERAL DE FUNDACIÓN ONCE AFIRMA EN YUSTE QUE EL “TRATADO SOBRE LA DISCAPACIDAD” MARCARÁ UN ANTES Y UN DESPUÉS
Importante respaldo social al libro, de 1.700 páginas, que han dirigido Rafael de Lorenzo y Luís Cayo Pérez Bueno con la aportación de 38 personas.
El director general de la Fundación ONCE, Luís Crespo, aseguró hoy en Yuste (Cáceres), que el “Tratado sobre discapacidad” codirigido por el secretario general del Consejo General de la ONCE, Rafael de Lorenzo, y el secretario general del Cermi, Luís Cayo Pérez Bueno, “marcará un antes y un después” por sus aportaciones y por su importante trascendencia.Crespo asistió al acto inaugural de unas jornadas sobre la reforma legislativa a la luz de la nueva Convención Internacional de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos de las personas con discapacidad y se mostró convencido de que el tratado será una herramienta útil en la que se analizan cuestiones esenciales para seguir avanzando en la consecución de logros para este colectivo.“Una vez ratificada la convención, tendrá que poner en marcha políticas de integración e iniciar los cauces que garanticen la integración de las personas con discapacidad en condiciones de absoluta independencia”, dijo el director general de la Fundación ONCE ante más de 200 personas que asistieron al acto en el Real Monasterio de Yuste.Crespo explicó que la Fundación ONCE ha participado activamente en la consecución de logros para las personas con discapacidad y auspició la primera reunión de los representantes de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s) nacionales e internacionales que forman parte del grupo de trabajo que ha elaborado el documento para la nueva convención.“Rafael de Lorenzo y Luís Cayo han sido capaces de dejar muy alto el pabellón de las personas con discapacidad y de acreditar que estas personas están a la misma altura que cualquier otra”, aseguró el director general de la Fundación ONCE.El secretario general del Consejo General de la ONCE, Rafael de Lorenzo, afirmó que el tratado es “un trabajo colectivo que ha nacido del esfuerzo de 38 personas” y que “es una modesta aportación y una invitación a la reflexión y al análisis para descubrir cómo están las cosas y qué se puede hacer para cambiarlas”.De Lorenzo también destacó la necesidad de conseguir derechos, ya que, según explicó “sólo existen cuando se ejecutan” y su conquista “debe ser responsabilidad de todos”. En este sentido apuntó que es necesario lograr “un nivel de integración suficiente como para que las conciencias sociales queden tranquilas” y abogó por continuar trabajando “en colaboración con las instituciones públicas y privadas para que las cosas cambien”.“Se avanzará cuando haya un cambio cultural profundo que nos permita saber que tiene que producirse un respeto hacia la diferencia del otro”, dijo.El secretario general del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), Luís Cayo Pérez Bueno, definió el libro como “una obra de consulta de 1.700 páginas dirigido a todas las personas que trabajan en el ámbito de la discapacidad”. En su opinión, “es una obra integral, amplia, actualizada y sin precedentes” para abordar la discapacidad, “un asunto que ha sido desatendido en el orden intelectual y académico”.“La obra tenía la obligación de ser académica, doctrinal y una herramienta de la acción, y no podíamos limitarnos a que fuera una obra brillante del intelecto, sino que estuviese en contacto con la realidad de la discapacidad”, dijo en su intervención. Luís Cayo explicó que “el tratado tenía que iluminar zonas de sombras, rescatar opacidades y ser un plano y una guía de consulta para todos”.En el acto también intervino el director de la Fundación Academia Europea de Yuste, Antonio Ventura, que definió la obra como “un tratado sin precedentes en España” que pone de manifiesto dos realidades: que los sueños a veces pueden convertirse en realidad y que será el paradigma que se está buscando desde hace tiempo.Ventura destacó la labor realizada por los coautores de la obra y agradeció la aportación realizada por las 38 personas que han colaborado en el libro, entre las que destacan Rafael de Asís, José Julián Barriga, Juan Antonio Cebrián, Antonio Luís Martínez-Pujalte o José Javier Soto, entre otros.El patrono delegado del Área Económica de la Fundación Tutelar de Extremadura (Futuex), Antonio Briones, destacó que todos los proyectos necesitan aportaciones económicas y una buena administración de los fondos con los que se financian. Bajo su punto de vista, por encima de los recursos económicos se encuentran el factor humano, la generosidad y el sentido del compromiso de las personas.El presidente del Cermi-Extremadura, Jesús Gumiel, reivindicó el cumplimiento de las leyes para acabar con la discriminación que sufren las personas con discapacidad y opinó que no puede consentirse “el abismo que separa a los legisladores, las instituciones públicas y las personas con discapacidad”. Los problemas de este colectivo son “muchos y graves” según su opinión, y serán abordados en una próxima reunión que el colectivo que representa mantendrá con el Defensor de las Personas con Discapacidad de Extremadura en el que se materializarán una serie de compromisos importantes para todos.El acto contó con la presencia de la consejera de Bienestar Social de la Junta de Extremadura, Leonor Flores, quien se mostró convencida de que es posible “una sociedad más justa, equitativa e igualitaria”“Cuando miremos con normalidad y reclamemos derechos para todos, estaremos siendo más igualitarios”, dijo la consejera extremeña, quien opinó que después de la Convención de las Naciones Unidas “vendrá un cambio en la legislación y habrá que coordinar acciones para reivindicar y aportar soluciones”.Flores valoró que “el movimiento asociativo no va a dejar nunca que se vuelva atrás en los logros conseguidos” y afirmó que “el tratado va a venir bien como herramienta de trabajo y es importante porque aborda la discapacidad de forma universal”.