Noticias recientes
Entrevista al Presidente de la Fundación ONCE, Alberto Durán.
"Es vital que la empresa ordinaria incorpore a trabajadores con discapacidad".
Considera que combinar labor social con eficiencia económica es una fórmula laboral que funciona, y alaba el buen hacer el del Grupo Fundosa, que se ha consolidado como un agente generador de empleo para personas con discapacidad y a la vez un ejemplo de rentabilidad.Es Alberto Durán López, de 37 años, nacido en El Ferrol, La Coruña, que acaba de ser nombrado nuevo presidente de la Fundación ONCE. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra y Master en Economía y Dirección de Empresas (MBA) por el IESE. Ha sido gerente de Empresas Participadas del Grupo Fundosa así como director general de la Fundación ONCE.Desde 2003 era vicepresidente primero ejecutivo de la Fundación ONCE y del Grupo Fundosa. Es además experto en Responsabilidad Social de la Empresa.Acaba de asumir la presidencia de la Fundación ONCE.¿Qué legado recibe de su antecesor, Carlos Rubén Fernández y qué objetivos se marca en esta nueva etapa?El legado que he recibido es el de una Fundación fuerte que ha hecho sus deberes en lo que a inserción laboral y a accesibilidad se refiere, los dos focos de su labor social; y un grupo empresarial, Fundosa, que cerró su último ejercicio 2005 con un resultado positivo por séptimo año consecutivo. Tan sólo en el primer trimestre de 2006, la Fundación ha creado 1.200 empleos y ha impartido 93 cursos que han capacitado profesionalmente a 570 alumnos y alumnas con discapacidad, lo que significa que estamos cumpliendo con los objetivos planteados para este ejercicio. Mi objetivo al frente de la Fundación es dar continuidad a los proyectos en curso y, de aquí a finales de año, desarrollar otros que completen los objetivos marcados. En este sentido, me gustaría hacer hincapié en el trabajo que estamos realizando para que la empresa privada, a través de programas de Acción Social, emprenda iniciativas a favor de las personas con discapacidad. Lo que pronto tendremos que empezar a definir son los objetivos y las líneas presupuestarias para 2007. En este sentido, estamos trabajando para diversificar las fuentes de financiación; para aprovechar, en colaboración con el movimiento asociativo, el interés de la normativa en curso hacia la realidad de las personas con discapacidad, incluyendo el nuevo sistema nacional de dependencia; y para extender la madurez alcanzada dentro del sector de la discapacidad a otros ámbitos sociales con el objetivo de aunar intereses. Ésos son algunos de los retos que tendremos que definir en los próximos meses.La Fundación ONCE generó en 2005 cerca de 4.000 puestos de trabajo, de los cuales el 93 por ciento fueron para personas con discapacidad. ¿Qué le dicen estas cifras? ¿Es un ejemplo la Fundación en el que deberían mirarse el mundo empresarial?El pasado año, la Fundación ONCE, en colaboración con el movimiento asociativo, consiguió crear más de 3.700 empleos para personas con discapacidad de los que, y esto es quizá lo más importante, más de la mitad correspondieron a la labor de intermediación laboral de FSC. Para la Fundación ONCE, es vital que la empresa ordinaria incorpore en sus plantillas a trabajadores con discapacidad y estas cifras avalan que combinar labor social con eficiencia económica es una fórmula laboral que funciona.¿Qué papel tiene Fundosa como generador de empleo?Fundosa se ha consolidado como uno de los principales agentes creadores de empleo para personas con discapacidad que también es un ejemplo de rentabilidad. Gracias a su gestión sostenible y a su visión estratégica, que ha diversificado el riesgo compensando el retroceso de unos sectores con la oportunidad de otros, el grupo no sólo es un ejemplo dentro de la economía social, sino que encaja en la estrategia de competitividad que Europa se marcó para antes de 2010: empresas que compaginaran la creación de empleo con la cohesión social.¿Qué barreras persisten que impiden la igualdad de oportunidades y una auténtica integración social y laboral del sector social de la discapacidad?La principal barrera es el desconocimiento que afecta por igual a nuestros dos principales focos de actividad: en materia de empleo, los empresarios desconocen en su mayoría las ventajas reales de contratar a personas con discapacidad y, en el capítulo de accesibilidad universal, no existe una cultura de diseño para todos ni en el capítulo de formación ni en el de ejecución de proyectos. La integración es una carrera de obstáculos en la que confluyen un sinfín de factores desfavorables (problemas en el transporte, en la educación, en la sanidad, en las herramientas de comunicación, etc.) que dificultan la igualdad de oportunidades por mucho empeño que la persona con discapacidad ponga para hacer valer sus derechos. En los últimos años, hemos avanzado y mucho en sensibilización y en que se reconozcan nuestros derechos, pero todavía faltan algunos peldaños para que dicho reconocimiento se transforme en hechos y realidades.Desde su creación en 1988, la Fundación ONCE ha trabajado intensamente en el área de la forma ción. ¿Sigue siendo hoy una causa principal? ¿Es el 'talón de Aquiles' de las personas con discapacidad?Es cierto que el nivel de formación de las personas con discapacidad sigue siendo menor que el de la población en general, pero en los últimos años se ha dado un salto cualitativo importante en este sentido. Los acuerdos con colegios y universidades, los talleres especializados y la formación ad hoc permiten asegurar a las empresas que cuentan con un margen de candidatos suficientes para incorporar a personas con discapacidad en sus procesos de selección. A través de FSC, la Fundación ONCE cuenta con una bolsa de más de 100.000 candidatos que reciben formación continua y a quienes se acompaña en todo el itinerario laboral, incluso una vez que han sido contratados por una empresa. Además, ante nuevas oportunidades de empleo, como el inminente sistema nacional de atención a la dependencia, elaboramos itinerarios curriculares específicos y ayudamos a que las personas con discapacidad incrementen sus posibilidades de ocupar las vacantes que se generen. El camino no es sencillo pero con el trabajo de todos se están abriendo muchas más puertas.Destacar también la formación de calidad emprendida por la Fundación ONCE que rompe el tópico de que la formación de la discapacidad es una formación de bajo nivel. Muy al contrario,gracias a los acuerdos firmados con la EOI, el IESE y la Universidad Pontificia de Comillas, las personas con discapacidad tienen la oportunidad de recibir formación de alto nivel que hace que, a día de hoy, en el colectivo de máxima formación, las personas con discapacidad también cuenten con representación.Por su formación académica y su trayectoria, conoce bien el mundo de la empresa y es un experto en economía social. ¿Qué le diría al empresario renuente a cumplir con la cuota de reserva del 2 por ciento que marca la ley?Que se informe y pida asesoramiento con un doble objetivo. Por un lado, para obtener la colaboración de organizaciones especializadas a fin de que sean ellas quienes se hagan cargo del proceso de inserción laboral (selección, beneficios fiscales, formación adaptación del puesto de trabajo y acompañamiento a lo largo de toda la vida laboral). Por otro, que comprueben las ventajas de contratar trabajadores con discapacidad, gente habituada a resolver problemas y a superarse personal y profesionalmente.Además, el hecho de no cumplir con la ley cierra muchas puertas. Desde no encajar con el modelo de responsabilidad social corporativa hasta tener vetada la entrada a ser proveedor de determinadas empresas. Además, en algunas autonomías, ya se está barajando la idea de considerar el cumplimiento de las cuotas a la hora de optar a determinados concursos públicos o subvenciones.La Fundación ONCE está convencida de que cumplir ese 2 por ciento merece la pena. La mejor prueba es que las empresas que lo hacen (muchas incluso excediendo dicha cuota) repiten. No hay ninguna empresa que haya emprendido el proceso de inserción laboral de personas con discapacidad y que luego se haya echado atrás.Usted ha dicho que la exclusión tecnológica de hoy es la marginación de mañana. ¿Considera de vital importancia que las personas con discapacidad participen de la sociedad de la información y de las nuevas tecnologías de la comunicación? ¿En el área de las telecomunicaciones se ingenia bajo el concepto del diseño para todos?La tecnología es una herramienta al servicio del progreso pero que, mal gestionada, puede incrementar la desigualdad social generando una brecha social que deje fuera a muchos colectivos (no sólo a las personas con discapacidad). El concepto de diseño para todos no genera mayor gasto si se considera desde el principio, en el proceso mismo de creación. Por ello, con las nuevas tecnologías tenemos la oportunidad de hacerlo bien desde el principio. Un sistema de comunicación accesible para personas con discapacidad es accesible para todo el mundo y, con ese pequeño esfuerzo, salimos ganando todos. A día de hoy, no siempre se diseña pensando en todos pero estamos consiguiendo importantes apoyos que, sin duda, allanarán el camino de las nuevas generaciones.Desde 2003, el Año Europeo de la Discapacidad, España se ha dotado de un corpus jurídico potente que vela por los derechos de los ciudadanos con discapacidad. Ahora está en el Congreso el Proyecto de Ley de Promoción de la Autonomía Personal. ¿Puede decirse que la normalización es cuestión de tiempo? ¿Es la sociedad española y los poderes públicos sensibles a las reivindicaciones de este sector social?La normalización es cuestión de tiempo y de voluntades. Somos un país solidario pero que arrastra un importante déficit de desarrollo social. Por eso, en aspectos tan importantes como la inserción laboral de las personas con discapacidad estamos a la cola de Europa. Este desfase hace que tengamos que avanzar a un ritmo mayor pero, a grandes rasgos, lo estamos consiguiendo. El inminente sistema de atención a la dependencia es un ejemplo de este déficit pero también un síntoma de que hay disposición de cambiar las cosas. Mientras muchos países europeos ya cuentan con un sistema maduro, en España aún estamos perfilando el nuestro, pero previsiblemente la implantación de nuestro sistema será mucho más rápida que en los países vecinos.