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Expertos internacionales reclaman atender las necesidades de las personas con discapacidad en las situaciones de emergencia

Cartel de la Jornada

En un evento organizado por Fundación ONCE, AccessibleEU y la Asociación Europea de Números de Emergencia

Cada vez son más las situaciones de emergencia que se producen y que afectan a un mayor número de ciudadanos. En este marco, expertos internacionales reunidos por Fundación ONCE y AccessibleEU consideran que es necesario que se tengan en cuenta las necesidades de las personas con discapacidad en el diseño de los planes de emergencia.

Los expertos participaron en un evento que tuvo lugar este martes de forma online y que inauguraron Jesús Hernández, director de Accesibilidad e Innovación de Fundación ONCE y de AccessibleEU; Cristina Lumbreras, directora Técnica de la Asociación Europea de Números de Emergencias (EENA), y Brigit Snoeren, responsable de la Dirección General de Protección Civil de la Comisión Europea.

En el marco de este encuentro se celebraron diversas mesas redondas en las que se conocieron buenas prácticas sobre la asistencia presencial y remota en situaciones de emergencias.

Así, se pusieron sobre la mesa ejemplos de buenas prácticas como el caso de ILUNION con la gestión de llamadas de personas con discapacidad en su Centro de Emergencias, el proyecto SVISUAL de atención a personas sordas, el uso de pictogramas por parte de la Guardia Civil, la cocreación inclusiva de planes de crisis por parte de la Universidad de Lunds o la preparación inclusiva para situaciones de emergencia en cruceros de la mano de Royal Caribbean Group.

Durante la jornada también se dieron a conocer algunos de los problemas a los que deben hacer frente las personas con discapacidad en las situaciones de emergencias. Entre ellos figura la falta de accesibilidad a la información de alerta temprana, el escaso conocimiento sobre la asistencia inclusiva por parte del personal de emergencia o que los sistemas de comunicación sean inaccesibles, lo que les impide ser válidos para que las personas con discapacidad pidan socorro.

Además, en muchos casos las instrucciones de los socorristas pueden ser difíciles de entender, faltan planes de preparación personal y, en ocasiones, las rutas de escape o los refugios no son accesibles.